Las empresas españolas invierten al año más de 370 millones de horas laborales a actividades de gestión de crédito como son requerimientos de pago y cobros de retrasos o facturas impagadas, según revela un estudio elaborado por Intrum Justitia, multinacional europea especializada en el tratamiento y gestión de cuentas a cobrar.

El estudio de Intrum Justitia, realizado entre un millar de empresas españolas, explica que este coste laboral sólo incluye aquellas tareas directamente relacionadas con la contabilidad de la empresa -elaboración de informes de solvencia, requerimientos de pago, procesos legales, informes internos...- Así, si se contabilizaran las horas que emplean en funciones de apoyo otros departamentos como Recursos Humanos o Tecnología, la cifra total de horas invertidas se vería incrementada notablemente.

En este sentido, el informe indica que las empresas con menos de una veintena de empleados dedican un promedio de 425 horas al año a solventar sus problemas de impagados y retrasos, mientras que las que disponen de más de cincuenta personas en plantilla necesitan emplear cuatro veces más tiempo.

No obstante, Intrum Justitia recuerda que las compañías grandes se benefician de los efectos positivos de las economías de escala y, por tanto, suelen ser menos vulnerables a los costes laborales derivados de la gestión de crédito, so

Sólo el 18% de las empresas se decide a emprender acciones legales contra sus morosos

Finalmente, el estudio de Intrum Justitia refleja que las empresas españolas tardan mucho tiempo en requerir el pago después de la fecha de vencimiento, lo que indica que muchas aún tienen miedo de enemistarse con sus clientes.

De esta forma, únicamente el 23% de las compañías aplica los intereses de demora como medida preventiva para evitar el retraso en los pagos de particulares, mientras que sólo el 18% se decide a emprender acciones legales contra sus deudores.

Intrum Justitia recuerda que las empresas con menor riesgo de sufrir problemas financieros por impagos son aquellas que dedican sus esfuerzos laborales a poner en marcha medidas preventivas -informes de solvencia de los clientes, plazos de pago flexibles-, así como aquellas que envían un primer requerimiento inmediatamente después de la fecha de vencimiento de pago o contratan los servicios de empresas especializadas en gestión de cuentas a cobrar.